Han traído una nueva flota de autobuses a la ciudad, y ya iba siendo hora porque algunas lineas iban con autobuses realmente antiguos, aunque creo que estos nuevos no van a jubilar a los viejos, casi estoy seguro de ello. He tenído ya la suerte de haber montado en uno, y la verdad es que están muy bien pensados. El acceso para minusválidos está muy bien, y además cuenta con, a mi juicio, un asiento para gente obesa. Es un asiento que parece doble, pero tienen que sentarse dos personas muy delgadas para poder entrar, y justitos justitos, por eso creo que es para obesos. Me parece también un aspecto a tener en cuenta en el servicio público. Pero por otra parte, y aquí esta el motivo de que yo escriba sobre ello, no me gustan nada en absoluto. Me sentía incómodo dentro de el, le falla algo. No es armónico. No sé que puede ser, la distribución de los asientos, los colores, las formas, o quizás todo ello. Entiendo que la prioridad del bus sea la funcional y no la estética, pero esa sensación, no se describirla, es como nerviosismo, me ahoga por dentro. Definitivamente los odio.
21 abril 2007
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1 comentario:
tu mismo te respondes a tu pregunta titi, lo que cuenta para el autobus no es la estética sino la utilidad o funcionalidad del mismo. ¿Cuanto tardas en guada de punta a otra? 25 o 30 minutos a lo sumo, tiene q ser un autobús util y pensado para todo tipo de gente. JOPE A TODOS NOS GUSTAN COÑO!!!!
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