08 octubre 2008

18 segundos

En una tarde completamente improvisada, sin mas planes que los de salir por ahí a tomar algo como se suele decir, acabamos Irene y el menda en el teatro auditorio visualizando unos cortos del Fescigu 2008 que se celebró hace unos días. Solo pudimos ver 3, y da la casualidad que uno de los que vimos fue el que ganó. 18 segundos. Que a continuación os pongo para que lo veáis.



El final es completamente inesperado, quizá porque desde que empieza te va cautivando cada vez mas y mas hasta que te saca de ese estado en un solo segundo y te deja con cara de '¿ein?'. Pero sin entrar al trapo, que yo no entiendo mucho de esto, me centraré en lo que narra la voz en off.
La primera impresión que tuve es que eso de contar los segundos que tardas en hacer las cosas es un poco rebuscado, como para darle ese toque artístico al trabajo. Pero luego caes en la cuenta que, a tu manera, ocurre. Obviamente no con una historia tan cinematográfica, pero ocurre, y especialmente en tu rutina. Ir al trabajo, a la universidad, etc. No creo que haga falta poner ejemplos pues están muy bien detallados en el corto.

Pienso que las pausas que hace el narrador durante el cortometraje no están ahí por casualidad. Te estan haciendo entrar en el juego de los segundos, interactuando contigo. Que se alze quién, después de decir: "Si contaras los segundos sabrías que casi siempre tardas 4 minutos y 23 segundos..." no se haya precipitado a pensar en: llegar al orgasmo, ergo esto es poco tiempo, o algo similar para luego llevarte el chasco y "...en sentir que estás completamente solo". Te está diciendo que se tarda menos de 3 segundos en precipitarte cuando crees que algo es muy obvio.

Por desgracia no puedo opinar si es el mejor o no, puesto que no los vi todos, pero sin duda este choca, y bastante. Qué interesante esto del tiempo dedicado. Da para mucho tema. Me guardaré cosas para escribirlas mas adelante.



¿Alguien ha dicho destino? Lo secundo.

2 comentarios:

kaO¡ dijo...

Chocante, i por eso mismo interesante. Y hace pensar, por el 'impacto'.

Destino no. Casualidad.

Un abrazo!

Anónimo dijo...

Destino... sin duda